Dos de cada cinco argentinos sufren alguna enfermedad del hígado
Se calcula que por año mueren 1.200.000 personas en el mundo como consecuencia de las complicaciones de las hepatitis virales.
Según datos arrojados por la Asociación Argentina para el Estudio de las Enfermedades del Hígado (AAEEH), dos de cada cinco argentinos padecen enfermedades en el hígado y uno de cada diez padece hepatitis B o C.
“La pandemia del hígado graso causada por sedentarismo, diabetes, colesterol elevado y sobrepeso será la principal causa de mortalidad por enfermedad hepática y de trasplante de hígado en los próximos años”, advirtieron desde la entidad.
Los datos de AAEEH se desprenden de rastreos efectuados por la comunidad médica el último año en centros de salud de todo el país, los cuales serán analizados por 2.000 especialistas nacionales y del exterior que participarán del Congreso HEPATO XX/19, que se llevará a cabo entre este jueves y el sábado en el Centro de Exposiciones y Convenciones de la Ciudad de Buenos Aires.
En ese marco, los científicos buscarán establecer estrategias para erradicar la hepatitis B y C antes del 2030 y combatir el hígado graso publicó Diario Popular.
“Hay cuestiones que demandan acciones urgentes como la incidencia del hígado graso en la población. La enfermedad de este órgano en casos severos, o de cirrosis, pone de manifiesto que existen aún en nuestro país grandes dificultades en el acceso a la atención médica especializada, lo que abarca desde tratamientos puntuales, hasta el trasplante de hígado”, remarcó la doctora Alejandra Villamil, presidenta del Congreso a realizarse.
“En el mundo mueren 1.200.000 individuos por año como consecuencia de las complicaciones de las hepatitis virales. La cirrosis y el cáncer de hígado son las causas más comunes”, agregó Marcelo Silva, también miembro de la asociación médica.
Esto ocurre a pesar de que los progresos han permitido el desarrollo de vacunas y tratamientos altamente eficientes. Además, la segmentación y fragmentación de los sistemas de salud en la región han sido una barrera estructural que limita la implementación de políticas públicas eficientes, analizó la AAEEH.